lunes, 26 de mayo de 2008

Actitud v/s Acción

Hace tiempo me preguntaba acerca de cuál es la diferencia entre actitud y acción, parecen sinónimos pero no significan lo mismo. La Actitud nos predispone a la acción, es un estado, pero no significa que actuemos, en cambio acción es en sí movimiento.

La pregunta es entonces, ¿cómo venimos a la iglesia?, ¿con actitud o con acción de gracias?

Hay un ejemplo claro en una historia de la Biblia en el Evangelio de San Marcos capítulo 5.
Jesús y sus discípulos después de estar predicando decidieron cruzar al otro lado del lago a un lugar llamado Decápolis, que literalmente significa Diez ciudades. Quizás los discípulos pensaron “nos tocará un trabajo arduo, son diez ciudades”, cuánto se demorarán en llevar el mensaje a todas estas ciudades ¿días, semanas?, Jesús los debe haber mirado y le diría, “no se preocupen serán solo horas que estaremos acá.

“¿Cómo?” no hay radio en ese tiempo, ni televisión, menos internet, como se propagará el mensaje en solo horas por Diez Ciudades.

Jesús les dijo: “no se preocupen, allá habrá alguien que nos ayudará”

Los discípulos se deben haber mirado y preguntado: “¿a quién conocerá el Maestro por estos lados?, para realizar un trabajo de esta envergadura, debe ser algún erudito, entrenado, carismático, hiperkinético, un experto conocido.

Jesús les dijo: “En realidad mmmmm……. No es alguien con esas cualidades, mmmm……. En realidad está en el cementerio……. Se da de cabezazos en las lápidas y a veces está encadenado, aunque no le duran mucho”.

Sí, estamos hablando del Endemoniado de Gadara, pero Dios usó a este hombre para su gloria.

Aunque estaba lleno de demonios, más de dos mil, que fueron a dar a unos cerdos. Aunque estaba encadenado con grillos y cadenas, que no lo podían sostener, y aunque su habitación era el cementerio, Dios lo consideró.

Primero echó fuera a todos los demonios, rompió sus cadenas, no sólo las que aprisionaban sus cuerpo, sino también que habían encadenado su alma, y lo cambió de lugar para vivir, Jesús le dijo, vuelve a vivir a tu hogar.

Aunque el endemoniado quiso acompañara Jesús, él le tenía otra tarea: “Jesús no se lo permitió, sino que le dijo:—Vete a tu casa, a los de tu familia, y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y cómo ha tenido compasión de ti. Así que el hombre se fue y se puso a proclamar en Decápolis lo mucho que Jesús había hecho por él. Y toda la gente se quedó asombrada.”

Eso es ACCION.